dimecres, 4 de març del 2015

Buena-mala suerte...



Cuenta la historia, hace ya varios años, que en una comarca de algún lugar, vivía un granjero. Este se dedicaba a la siembra, ayudado por un viejo caballo. Un día el animal se fugó hacia una pradera.
Al poco tiempo, llegaron hasta la granja todos los vecinos, haciéndole saber que se condolían por lo sucedido, "qué mala suerte" dijeron, a lo que el granjero respondió: "¿mala suerte, buena suerte?."
Dos semanas más tarde el caballo regresó acompañado de una tropilla de cuadrúpedos salvajes. Nuevamente se acercaron los vecinos y exclamaron: "¡qué buena suerte!", a lo que el granjero respondió: "¿Buena suerte, mala suerte?. Luego de unos días, el granjero le pide a su hijo que subiera a uno de esos caballos y que lo domara. El caballo era bravo, y no fue una tarea facil, tal es así que el joven acabó revolcado sobre la tierra y con una pierna rota.
Nuevamente todos se acercaron para expresarle al granjero sus compasiones: "¡qué mala suerte!", rápidamente sobrevino la respuesta: "¿Mala suerte, buena suerte?". Pasados tres días, llegaron al pueblo reclutadores para la milicia, buscando jóvenes que sirvieran a la patria para la guerra que se estaba por librar.
Como era de esperar visitaron la granja en busca del joven, pero al ver en las condiciones en que se encontraba su pierna luego del suceso con el caballo desistieron de reclutarlo, ya que no les serviría para sus propósitos. Los vecinos jubilados se acercaron a la granja y expresaron ante el granjero: "qué buena suerte", la respuesta de éste fue: ¿"buena suerte, mala suerte?".
Moraleja: ¿qué es la suerte? Lo que a veces aparenta ser una desventura puede ser en realidad un suceso bienaventurado.

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